Los cambios en la comunicación, las nuevas
formas de circulación del discurso literario y el reflejo de lo que sucede con
las letras actuales en el continente son las premisas que propone el nuevo
sello Dakota Editora, que irrumpe en Buenos Aires de la mano de sus jóvenes
creadores, Lucas Mertehikian y Valeria Meiller.
"La contemporaneidad cambió la
comunicación de los jóvenes y lo que se está produciendo en diferentes lugares
no está tan alejado entre sí. Se nos ocurrió lo que de manera ambiciosa
llamamos la `América grande`, que es traducir en simultáneo a jóvenes que
escriben en inglés y portugués y publicar libros en español", cuenta
Meiller (Azul, 1985), escritora, docente y traductora.
En el bar Ultra, reducto cultural de Buenos
Aires, Dakota Editora fue presentada en sociedad ante un público eminentemente
lector, pero sobre todo joven y moderno, nicho al que apunta el sello.
"Nos gusta pensar más en términos de contemporáneo que de jóvenes",
aclaran.
Y este supuesto los llevó a observar y
experimentar a diario temas de una generación sub-30 que, para comunicarse,
alcanzan y sobran 140 caracteres o un posteo compartido y donde muchas veces
esta misma fragmentariedad es tan única como literaria. El vínculo con la cultura
de Internet es la primera apuesta de Dakota.
"Lo que nos llamó la atención en los
autores jóvenes es que había una relación muy inmediata de la escritura con la
tecnología, con Internet. Una especie de giro subjetivo de la cultura mundial
como también la exposición de la intimidad y de la primera persona", dice
Lucas (Buenos Aires, 1986), docente de la cátedra de Literatura del Siglo XX
(UBA) y autor de "Las listas" (2011).
Los dos primeros libros que lanza el sello
son justamente eso: relatos cortos y entradas a un blog. Uno se llama "Hoy
el cielo está azul y blanco con manchas azul brillante y una luna pálida y
pequeña y voy a destruir nuestra relación hoy", de Tao Lin (Virginia,
1983), quien iba a estar en la presentación de Dakota pero, huracán
"Sandy" mediante, no llegó ni a pisar el aeropuerto.
El otro libro es de su joven ex esposa Megan
Boyle (Maryland, 1985) -también varada en Nueva York-, y se llama
"Antología de entradas inéditas del blog de un empleado mexicano de panda
express", una recopilación de pensamientos discontinuos y espontáneos, en
su mayoría publicados on line entre 2009 y 2010.
La publicación de los estadounidenses que
emergen en su país tiene que ver con lo que Meiller llama "apostar al
crecimiento de un autor". "Era seductora la idea de traducir
simultáneamente a la aparición de los títulos en otros idiomas. Es el gesto
contrario de las grandes editoriales que esperan el gran libro de un autor.
Nosotros esperamos autores, no grandes libros", concede.
El mapa americano de esta generación se está
armando, dicen, y Dakota va por la construcción lenta de esa geografía. Lo que
lo configura -por el momento- son las intuiciones de los editores
materializadas en relatos con "una primera persona confesional muy fuerte,
cierta liviandad de la experiencia y una exposición irónica de sí mismo".
En tiempos donde lo virtual comanda gran
parte de la vida y los consumos culturales de los más contemporáneos, apostar a
una editorial en papel con un catálogo de autores muy jóvenes y altamente
relacionados con el universo digital puede sonar extraño. Y en parte lo es,
sino mediara el amor de estos dos editores por el objeto libro.
"El libro es un anacronismo",
apunta Mertehikian. "Entendemos que parezca raro publicar libros que
tienen esa relación tan inmediata con la tecnología, de hecho, los primeros dos
tienen un origen virtual. Tiene que ver con un fetiche", reconoce.
Su compañera y socia agrega: "Es un
gusto muy grande por el libro y por generar objetos lindos. Si bien hay
perspectivas de publicar en digital, ahora la apuesta es hacer existir libros
que nos gustarían leer a nosotros como generación y acompañar a otros
escritores jóvenes mientras hacen un recorrido similar".
En el plano de las letras locales, Dakota
lanzó hace unos meses un concurso para escritores nacidos a partir de 1980. El
jurado estuvo compuesto por Pola Oloixarac, Romina Paula y Oliverio Coelho y el
ganador resultó Fernando Montes con "La masacre de Reed College",
seguido con menciones para "Wanda", de Pablo Ottanello, y "Fe de
perros", de Marcos Crotto.
El mismo espíritu contemporáneo fue lo que
apareció en estos trabajos. "Fue muy heterogéneo, desde lo experimental
hasta lo clásico, conviviendo con el mismo grupo etáreo. Y con elementos
multimediáticos, imágenes, links: como si no hubiese otra forma de escribir que
no sea pensando más allá de la literatura".
Coelho, uno de los jurados, dijo que "La
masacre...", que será publicado en 2013, es una novela redonda y
"delirante pero que sigue el verosímil". El escritor celebró el tono
"balanceado entre ficción y crónica, sin quiebres en la expectativa y con
un humor muy sutil", agregó a Télam sobre esta novela "de un
argentino que concreta una masacre en el imperio".
A los responsables de Dakota, en honor al
legendario edificio neoyorkino, los moviliza establecer nuevas vías de
comunicación en tiempo real entre los países y saltar barreras lingüísticas.
Todo para "tentar a un público que generalmente no se siente atraído por
los libros".
Lo que evidencia Dakota Editora es una marca
de época, pero también el hecho camaleónico de la expresión, de los nuevos
modos de circulación del discurso y de las alternativas para seguir escribiendo
y experimentar, sin importar el soporte.
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